El Consejo de Gobierno ha aprobado este viernes el decreto de teletrabajo, una nueva modalidad de desempeño de funciones que permitirá a los trabajadores públicos realizar sus funciones laborales desde lugares diferentes a la oficina o centro de trabajo durante tres días a la semana.
Para la adecuada implantación de esta nueva modalidad de prestación de servicio, en el decreto se prevé que este programa piloto se ponga en marcha en un principio en la Consejería de Administración Pública con 25 trabajadores durante seis meses. Finalizado dicho programa experimental y evaluados sus resultados, se aprobarán los distintos programas de teletrabajo en cada Consejería, organismo u ente público.
Así lo ha explicado en rueda de prensa el consejero de Administración Pública, Pedro Tomás Nevado-Batalla, quien ha informado de que a esta modalidad laboral pueden acogerse de manera voluntaria los trabajadores públicos cuyas funciones no impliquen la permanencia necesaria en el lugar de trabajo, tales como estudio y análisis de proyectos, elaboración de informes, asesoría, redacción, corrección y tratamiento de documentos, grabación masiva de datos, mantenimiento de sistemas o tratamiento de información, entre otros.
De esta forma quedan excluidos expresamente aquellos empleados públicos que ocupen puestos en oficinas de registro, atención e información al público, así como todos los que desempeñen funciones que conlleven necesariamente la prestación de servicios presenciales.
Para ejercer sus funciones como teletrabajador se dará prioridad a aquellos empleados tengan menores, discapacitados o enfermos a su cargo; tengan una discapacidad o sean víctimas de violencia de género. Igualmente, las mujeres embarazadas podrán solicitar prestar sus funciones durante toda la jornada semanal mientras dure la gestación.
Con esta implantación se pretende contribuir a la conciliación de la vida familiar y laboral, y reducir costes energéticos, de transporte y de otro tipo de consumos derivados de la actividad presencial.