El teletrabajo aumenta la productividad por el menor estrés

Jack Nilles, conocido como “el padre del teletrabajo” y el visionario que lo empezó todo hace 40 años.

Lo que más sorprendió a Nilles cuando llegó a Bogotá fue el tráfico. “Ustedes le ganan a Los Ángeles, se llevan el primer puesto en tiempos de transporte”, dijo durante una conferencia que dictó el jueves en la Feria Internacional de Teletrabajo de Bogotá.

Físico e ingeniero de profesión, en 1973 implementó su primer modelo de ‘teletrabajo’ en una aseguradora. Por medio de un sistema de cables conectó “terminales tontas” (un teclado y una pantalla, conectadas a un computador central) a estaciones remotas cercanas a la sede principal. En seis meses, la empresa incrementó su producción en un 80 por ciento, la tasa de deserción pasó de un tercio a cero y ahorró unos 5 millones de dólares.

Usted acuñó el término teletrabajo hace 40 años. ¿Por qué se demoró tanto en despegar?

El futurólogo Alvin Toffler decía que el teletrabajo era la tercera ola de la innovación laboral. ¡No es una ola! Es un cambio de marea, lenta, no la notas sino hasta que te llega hasta el cuello.

¿Cuál ha sido el papel de Internet en el desarrollo de este modelo?

Internet hizo que fuera posible. Primero que todo, recortó los costos: las comunicaciones telefónicas eran muy costosas y solo podían trasmitir 30 caracteres por segundo. Además, hizo que la gente se pudiera conectar a nivel global y abrió posibilidades que se salen del marco de acción de las compañías telefónicas.

Una encuesta de Reuters muestra que los países emergentes son más abiertos al teletrabajo. ¿Por qué?

No conozco la encuesta, pero desde mi experiencia yo diría que la estructura organizacional de las empresas europeas y americanas es más rígida que en otras partes del mundo. Cuanto más abierta es una cultura, más receptiva será al teletrabajo. El cambio de mentalidad es difícil.

¿Y qué implica ese cambio?

El problema está en los empleadores. Es necesario cambiar la relación gerente-gerenciado. Los jefes están acostumbrados a vigilar a sus empleados, y si no están en la oficina, se ponen nerviosos. Con este modelo, el jefe deja de ser policía y los empleados se concentran en entregar el trabajo acordado. El sentido de responsabilidad del teletrabajador sube y el sentimiento de terror por parte del gerente baja.

¿Cómo beneficiaría este modelo del teletrabajo la productividad de una ciudad como Bogotá?

Haga un cálculo: cuánto tiempo se demora en promedio en llegar de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, en su carro o en un bus… Anoche fui a conocer el lugar a donde iba a dar mi charla (Corferias) en Bogotá. De ida, me demoré 55 minutos, desde mi hotel; de vuelta, me demoré 29 minutos -claro, era más tarde, como las 9:00 de la noche, y había bajado el tráfico-. Pero en promedio son 42 minutos de trayecto. Si esa fuera mi ruta de trabajo todos los días, yo pasaría 21 días del año sentado en un carro.

¿Además de ahorrarse el tráfico, cómo aumenta la productividad?

La productividad aumenta porque la gente está menos estresada. Piénselo: uno está nominalmente en el trabajo ocho horas al día. Si está en la oficina, trabajará unas tres horas. Si está en la casa, es probable que trabaje las ocho. Nadie interrumpe. ¿No le ha pasado que se le ocurre una idea maravillosa en la oficina y suena el teléfono? Alguien le pregunta por el partido de fútbol. ¿En cuánto tiempo recupera esa idea? La respuesta, muchas veces, es nunca.

¿Cómo hacer que la gente trabaje?

En el teletrabajo, la relación con los empleados se sustenta en la confianza. En la confianza y en la verificación. Los gerentes deben desarrollar maneras de supervisar remotamente a sus empleados, por medio de la tecnología, armando horarios, y trabajar por objetivos. Pero el mayor riesgo del teletrabajo no es que la gente no trabaje. El mayor riesgo es el burnout; que la gente trabaje demasiado. Muchas veces los teletrabajadores se ‘engoman’, trabajan hasta altas horas de la noche. Eso no conviene, reduce la productividad.

¿No cree que el contacto personal es necesario?

Muchos estudios han analizado las ventajas relativas del contacto visual directo, y la mayoría han concluido que solo es importante en la medida en que hace que la gente se sienta segura al negociar. Desde mi experiencia, la necesidad de verse para trabajar es un bloqueo mental.

Pero muchos teletrabajadores se quejan de aislamiento…

Hay que mantener contacto con los colegas y hay formas de hacerlo: por teléfono, Twitter, mensajes de texto, Skype. Es más, hemos encontrado que los teletrabajadores saben más de los chismes de la oficina que las personas que trabajaban ahí. La gente que está en la oficina asume que la información llegará tarde o temprano. Los teletrabajadores son proactivos.

¿Y eso no reduce la productividad?

Para nada. Los teletrabajadores son efectivos hasta en eso. Saben dónde buscar la información.

Colombia, pionera en legislación

Se firmó el decreto de teletrabajo

En el 2008 se reconoció el teletrabajo como modalidad laboral y en mayo se firmó un decreto que regula su implementación. El Gobierno ahora otorga incentivos a las empresas que adopten el modelo y vela porque los teletrabajadores tengan los mismos derechos que los empleados de planta (seguridad social, igualdad salarial, vacaciones y licencias de maternidad).
Algunas empresas que reportan ganancias

“El teletrabajo no hace magia. El aumento de la productividad se mide con matemáticas simples”, dice Jack Nilles, refiriéndose a la reducción de costos y el aumento de la productividad que implica el teletrabajo. IBM afirmó en el 2000 que estaba ahorrando más de 100 millones de dólares al año en sus ventas de Estados Unidos, después de haber implementado el modelo; la empresa de telecomunicaciones AT&T reportó en el 2005 que había reducido sus costos anuales en 30 millones de dólares y había tenido una ganancia de cerca de 150 millones en trabajo productivo; y, según un artículo de la revista The Economist, American Express dijo que sus teletrabajadores ingleses generaban alrededor de 40 por ciento más de negocios que sus colegas de planta.

Según cifras publicadas por el portal Colombia Digital, entidad mixta que fomenta el buen uso de las TIC, estudios demuestran que el teletrabajo disminuye el ausentismo laboral en un 63 por ciento, la deserción e índices de rotación (que implican gastos de entrenamiento e inversión en nuevo personal) en un 25 por ciento, aumenta la productividad en un 23 por ciento y reduce en un 18 por ciento los costos de la planta.

Ver enlace: http://www.portafolio.co/economia/entrevista-el-padre-del-teletrabajo